miércoles, 2 de noviembre de 2011

El viaje a la felicidad- Eduardo Punset

   El cerebro procesa información relativa a amenazas y al miedo, incluso cuando una persona no se concentra en ello, aunque ni siquiera recuerde haber visto un señal de peligro. Esto significa que se puede ser fácilmente presa de condicionamientos y reacciones inconsciente al miedo, contaminando multitud de comportamientos aparentemente racionales. Es muy difícil desprogramar estos circuitos por dos motivos básicos: en primer lugar, el miedo se almacena de forma casi indeleble en nuestro cerebro y en segundo lugar, reaccionamos de forma instintiva ante esta emoción. La trascendencia es colosal. No se trata únicamente de que la emoción básica del miedo condicione la vida cotidiana de la gente. Muchos miedos almacenados durante la infancia son inconscientes y perduran siempre. Ojalá el conocimiento de los procesos de formación de la memoria no lleguen  nunca al detalle de contar con los recursos necesarios para saber sellar en la infancia una reacción determinada para siempre.
...¿Cómo influye el miedo en nuestras vidas?...

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